EMPRESA NACIONAL DEL CARBON, ENACAR

(DOCUMENTO DE: www.innovacionminera.com)


EMPRESA NACIONAL DEL CARBON, ENACAR

Las primeras explotaciones de carbón en Lota se iniciaron el año 1844, obtenidas de afloramientos superficiales, pero la explotación planificada e industrial comenzó en 1852, año que marca el nacimiento de la industria extractiva con la formación de la compañía Cousiño & Garland, organizada e impulsada por don Matías Cousiño.

Desde 1852, con la Compañía Cousiño & Garland, la empresa minera fue cambiando su denominación. En efecto, en 1857 fue la Sociedad Cousiño e Hijo; en 1870 surge como Compañía Explotadora de Lota y Coronel; en 1905 se llamó Compañía de Lota y Coronel; en 1921 fue la Compañía Minera e Industrial de Chile y en 1933, hasta 1964, se denominó Compañía Carbonífera e Industrial de Lota.

Por otra parte, en 1859 don Federico Schwager inició la explotación de los mantos carboníferos del Fundo Boca Maule, en Coronel, bajo el nombre de Compañía de Carbón Puchoco, la que a partir del año 1892 y hasta 1964, se denominó Compañía Carbonífera y de Fundición Schwager S.A.

En febrero de 1964, la compañía fundada por don Federico Schwager fue fusionada con la Compañía Carbonífera e Industrial de Lota, dispuesta por D.S. N° 683 del Ministerio de Hacienda, de 29 de febrero de 1964, dando origen a Carbonífera Lota-Schwager S.A.

El 31 de diciembre de 1970, la Corporación de Fomento de la Producción, CORFO, pasa a ser propietaria mayoritaria de acciones de Carbonífera Lota-Schwager S.A. a través de un convenio suscrito con un grupo de accionistas de la sociedad.

Posteriormente, el 22 de diciembre de 1973, por Resolución N° 91-C de la Superintendencia de Compañías de Seguros, Sociedades Anónimas y Bolsas de Comercio, se establece la actual razón social de Empresa Nacional del Carbón S.A.

Durante los años 1975 y 1976, se materializaron las operaciones de integración a ENACAR S.A. de las Compañías Carboneras de Arauco, mediante el Decreto Ley N°931 de 27 de marzo de 1975, que autorizó la transferencia de la totalidad de las acciones de las Compañías Carboneras de Colico Sur S.A., Victoria de Lebu y Pilpilco a la Empresa Nacional del Carbón S.A.

A fines del año 1979, ENACAR S.A. concurrió a la formación de una filial denominada originalmente Compañía Carbonífera Schwager Ltda., después Carbonífera Schwager S.A., con el objeto de explotar el establecimiento minero de Schwager.

Durante 1987, ENACAR S.A. traspasó a CORFO el 51% de su participación en dicha Filial, y el 32,4% a diversos inversionistas del sector privado y a trabajadores de esa empresa, constituyéndose la Carbonífera Schwager S.A. en una sociedad coligada. El año 1988 ENACAR S.A. completó la venta de su participación accionaría en Carbonífera Schwager S.A. mediante el traspaso del 14% a CORFO y un 2,54% a diversos inversionistas del sector privado, incluidos trabajadores de la propia compañía. Con estas ventas Carbonífera Schwager S.A. dejó de tener el carácter de Empresa Coligada de ENACAR S.A.

En el curso del ejercicio 1989, ENACAR S.A. concurrió a la constitución legal de dos empresas filiales, Carbonífera Victoria de Lebu S.A. (CARVILE S.A.) e ISAPRE del Carbón S.A. (ISCAR S.A.).

El 16 de abril de 1997, el Directorio de la Empresa, ante la imposibilidad de cumplir con las metas de producción y con los compromisos de déficit operacional señalados en la Ley de Presupuesto para 1997, decidió el cierre definitivo del yacimiento minero de Lota, manteniendo la actividad extractiva en su Mina Trongol de Curanilahue y en la de CARVILE S.A. en Lebu.

Como consecuencia del cese de las actividades extractivas y productivas de la Mina Lota, se suscribió entre el Gobierno y los Sindicaros de Enacar Lota un Protocolo de Acuerdo de fecha 10 de mayo de 1997, que tuvo por objeto establecer las indemnizaciones, beneficios extraordinarios y condiciones que se aplicarían respecto de los trabajadores de Enacar Lota a cuyos contratos de trabajo se les pusiera termino a partir del 30 de abril de 1997, con motivo del cierre del mineral referido precedentemente.

A su vez, mediante Resolución Exenta N° 988 de 16 de julio de 1997, la Superintendencia de ISAPRE resolvió cancelar el registro de ISCAR S.A. como Institución de Salud Previsional, dado el término de las actividades del yacimiento de Lota en abril del mismo año, establecimiento de donde provenía el 90% de sus afiliados.

El 3 de septiembre de 1997, en Junta General Extraordinaria de Accionistas, se constituyó una Comisión Liquidadora de ISCAR S.A. para cumplir con los derechos y obligaciones de la sociedad en sus actividades de cierre, cuya Cuenta Final fue presentada y aprobada en Junta General Extraordinaria de Accionistas de 21 de diciembre de 2000.

Con fecha 28 de abril de 2006, el Directorio de ENACAR S.A., teniendo presente el Informe de la Auditoria de Funcionamiento Operacional y Exposición al Riesgo de los Trabajadores en Frente de Explotación Manto Doble Sector 611 de la Mina Trongol, emitido por la Consultora Instituto Internacional de Administración de Riesgos, que ratificaba un informe interno de la empresa, donde se señala los graves riesgos a la salud y la seguridad de los trabajadores en el frente de explotación; además del pronto agotamiento de las reservas explotables del yacimiento, que no superaría a octubre de 2006 y en resguardo de la salud y seguridad de los trabajadores, se acordó suspender las faenas extractivas y productivas de la Mina Trongol en el Establecimiento de Curanilahue.

Con relación a la situación posterior a la suspensión de las faenas, se mantuvieron las condiciones físicas de accesibilidad y condiciones ambientales del yacimiento, en especial a las distintas áreas del interior del yacimiento, como en el Frente 611, galería principal y galería GT1. Sin embargo, se presentaron deterioros que con el tiempo iban en aumento, como fracturación en los frentes, que harían muy difícil la recuperación del material y equipos que se encontraban en esos sectores.

Consecuentemente, con fecha 4 de agosto de 2006, el Directorio de la Sociedad, acordó poner término inmediato y definitivo a las faenas extractivas y productivas de carbón en la Mina Trongol.

Derivado de lo anterior con fecha 8 de agosto de 2006, se suscribió entre Enacar S.A. y los Sindicatos de N° 1 y 2 Colico Trongol y N° 1 Trongol Norte del Establecimiento de Curanilahue un Protocolo de Acuerdo, que tuvo por objeto establecer las indemnizaciones, beneficios extraordinarios y condiciones que se aplicarían respecto de los trabajadores de Enacar Curanilahue a cuyos contratos de trabajo se les pusiera termino con motivo del cierre definitivo de las actividades extractivas y productivas de la Mina Trongol.

De esta forma las actividades de Enacar S.A. se centraron fundamentalmente en la comercialización de carbón, adquirido a su Filial Carvile S.A. y a terceros de la zona y la posterior venta a sus clientes habituales; en la administración de los beneficios derivados de la aplicación de los protocolos de acuerdo ya mencionados y en la actividad societaria propiamente tal.

Durante el año 2008, su filial CARVILE S.A. con fecha 29 de octubre de 2008 resolvió el cese definitivo de las actividades extractivas y productivas de su Mina La Fortuna de Lebu, teniendo presente, entre otras consideraciones, la situación de incapacidad laboral que afectaba a aproximadamente un 70% de los trabajadores interior mina.

A raíz de ello, Carvile S.A. suscribió con sus Sindicatos de Trabajadores N° 1 y 2 un Protocolo de Acuerdo, de fecha 29 de octubre de 2008, que tuvo por objeto establecer las indemnizaciones, beneficios extraordinarios y condiciones que se aplicarían respecto de los trabajadores de Carvile S.A., a cuyos contratos de trabajo se les pusiera termino con motivo del cese definitivo de las actividades extractivas y productivas de la Mina La Fortuna de Lebu.

A mediados del año 2010, se determinó no continuar con la comercialización debido a que la empresa se veía enfrentada a variadas dificultades para llevarla a cabo entre las que se destacan: una calidad variable del carbón comprado; el que los pirquineros no formalizan el abastecimiento de carbón; el carbón importado tiene un costo menor al nacional y este carbón puede ser comprado por la competencia; la disminución de producción en algunas empresas industriales que utilizan carbón en sus procesos. Los saldos de carbones mantenidos en las canchas de carbón se vendieron a comienzos del año 2011.

La Empresa Nacional del Carbón S. A. actualmente administra los beneficios de los Protocolos de Acuerdo, cumpliendo además con las obligaciones administrativas de la actividad societaria propiamente tal.

En Junta Extraordinaria de Accionistas de la Empresa Nacional del Carbón S.A., celebrada el 11 de Abril de 2013, se acordó la disolución anticipada y liquidación de la sociedad. El Acta de la referida Junta Extraordinaria de Accionistas se redujo a escritura pública de fecha 22 de Abril de 2013 ante la Notario de Santiago doña María Gloria Acharán Toledo, cuyo extracto fue publicado en el Diario Oficial N° 40542 del 24 de Abril de 2013. En consecuencia, se encuentran cumplidas las exigencias formales para que pueda constituirse y entrar en funciones la Comisión Liquidadora, cesando en sus funciones el Directorio de la sociedad.

(DOCUMENTO DE: www.enacar.cl)




LAS HISTORIAS TRAS LOS ÚLTIMOS DÍAS DE ENACAR

ES pasado el mediodía del viernes en las deterioradas estructuras que albergan lo que quedó del antiguo pique Carlos, perteneciente a la Empresa Nacional del Carbón (Enacar) y un grupo de trabajadores acarrea sacos de cemento y materiales a un costado del lugar. Con ellos construirán viviendas sociales en la comuna de Lota, ubicada en la Región del Biobío.

Las faenas son observadas de cerca por el vigilante Adán Sánchez, quien lleva poco más de dos meses a cargo de la seguridad del recinto. El antiguo yacimiento, en el que aún se aprecia la desgastada torre por la que los mineros descendían en jaulas a una profundidad de 500 metros para lograr extraer el carbón, hoy solo es utilizado como lugar de acopio de materiales. Una realidad distinta a la que el mismo Sánchez conoció entre 1980 y 1996 cuando era uno más de los mineros que encontraron en la explotación del carbón, su única fuente laboral. “Me da nostalgia caminar por acá, ver las máquinas que aún están y pensar que en esos años por acá pasaron más de 18 mil trabajadores”, cuenta el vigilante.

En abril, el directorio de Enacar aprobó la constitución de una comisión liquidadora que concretó finalmente la disolución de la empresa estatal. Esto es interpretado como la última etapa del proceso iniciado exactamente hace 16 años cuando, durante el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, se concretó el cierre de los yacimientos lotinos debido al déficit operacional.

La ciudad, que por décadas se convirtió en la cara visible del éxito de la industria minera, lidera el ranking nacional de desempleo con una tasa de 11,9% según la última medición de Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

Al recorrer la ciudad se ven adultos mayores sentados en las principales plazas o en las esquinas. La mayoría de ellos son ex mineros que sobreviven con pensiones de gracia o que trabajaron en los programas de empleos de emergencia.

“Con el cierre de Enacar se produjo la disgregación de las familias. Los hijos y la gente empezaron a irse en búsqueda de oportunidades. Hoy el pueblo de Lota está cada vez más viejo”, dice Jorge Orellana, presidente del Frente Amplio de Trabajadores Mineros que agrupa a los ex trabajadores de Enacar.

Orellana, de 54 años y padre de tres hijas, se dedicó a la extracción del mineral entre 1985 y 1997, año del cierre del yacimiento de Lota, oficio al que también se dedicaron su padre y abuelo.

Después del cierre, trabajó en programas de pavimentación, los que dejó en 2009 cuando a los ex mineros que tenían sobre los 45 años se les otorgó una pensión de gracia que bordea los $ 226 mil.

Son más de 2.000 trabajadores en la misma situación de Orellana, sin embargo 63 de ellos dejaron de recibir el beneficio por haber cumplido los 65 años, edad de jubilación. “Ver llegar a un viejo de 65 años que le quitaron la pensión y que ahora reciba $ 90 mil o una viuda que llegue con $ 45 mil, es dramático”, dice.

El minero Enrique Ramos, cuenta que la preocupación del cierre de Enacar surge porque “necesitamos las oficinas abiertas para los trámites de las becas que se nos daban a nivel educacional para nuestros hijos”. Según Ramos “todos los años hay que renovar los trámites, como también de aquellos mineros que aparecen beneficiados por accidentes del trabajo. Entonces, a ellos se les reevalúa cada cierto tiempo y todos estos trámites los hacemos en esa oficina que queda al lado del teatro de Lota”.

Por esto, los ex mineros aseguran que darán su “última lucha”. Dicen que hace un año le pidieron al gobierno que las pensiones sean vitalicias y no han tenido respuesta. En las próximas semanas, anunciaron, llegarán a La Moneda para solicitar respuestas.


(DOCUMENTO DE: www.latercera.com/2013/06/10)